Campoalto: un vínculo eterno con el corazón
Despedirse del colegio nunca es sencillo, especialmente cuando dedicaste 12 años de tu vida a una institución como Campoalto. La promoción 2023 vio egresar a brillantes jóvenes, entre ellos Rodrigo Brizuela, destacado como el mejor egresado y excelente alumno. Hoy, convertido en un prometedor universitario, nos abre su corazón para compartir cómo vivió su año «post colegio» y los desafíos que enfrentó en 2024.
Rodrigo describe este año como uno de los más desafiantes de su vida. Fue una etapa de transición marcada por la incertidumbre inicial que supone dejar atrás ese lugar seguro que representa el colegio y adentrarse en el camino universitario. “Salir del colegio y sentir el cambio es algo inevitable. Al principio fue difícil, especialmente durante el proceso de admisión a la facultad, en mi caso, la Politécnica de la Nacional, donde decidí estudiar Ingeniería en Informática. Aunque al inicio no tenía claro qué especialidad seguir, el cursillo me ayudó a decidir y descubrir cuál era realmente mi pasión”, cuenta Rodrigo con honestidad.
Para él, este cambio fue un terreno completamente nuevo, pero logró adaptarse gracias a las herramientas que Campoalto le brindó durante su formación. “Los hábitos de estudio adquiridos en el colegio fueron fundamentales, me ayudaron tanto en el cursillo de ingreso como durante el primer semestre. Además, los valores de perseverancia y honestidad, que caracterizan a los alumnos de Campoalto, marcaron una gran diferencia”, afirma con convicción.
Rodrigo también destaca la importancia de la formación religiosa recibida en el colegio. “Saber que podés contar con Dios para enfrentar los desafíos y obstáculos de la vida universitaria fue clave para mí”, comenta.
Como anécdota, recuerda una conversación reciente con un compañero de facultad sobre cómo se sentían en este primer año como universitarios. “Le dije que aún no me sentía completamente parte de la universidad, que una parte mía seguía en Campoalto, es difícil explicar, pero ese vínculo no desaparece”, relata con emoción.
El joven también reconoce que la vida universitaria le exigió empezar desde cero, adaptándose a un ritmo diferente y a mayores exigencias. “De a poco me fui dando cuenta de que las dificultades eran mayores que en el colegio o el cursillo, pero lo aprendido en Campoalto fue vital: no rendirse, aprender de los errores y seguir adelante. Equivocarse es inevitable, pero lo importante es levantarse y seguir intentando”, reflexiona.
El apoyo familiar también jugó un papel esencial en su proceso de adaptación. “Mis padres y mi hermana fueron un pilar fundamental, me ayudaron a sobrellevar el estrés universitario y, gracias a ellos y a Dios, estoy terminando este primer semestre con éxito”, expresa Rodrigo con gratitud.
Para los nuevos egresados de la promoción 2024 y los que vienen detrás, Rodrigo tiene un mensaje especial: “No tengan miedo a equivocarse al elegir una carrera, es un proceso natural y, aunque parezca complicado, lo importante es no temer al fracaso. Siempre se puede aprender y seguir adelante, con la formación que Campoalto les dio, estoy seguro de que lograrán sobresalir con esfuerzo y perseverancia”.
Finalmente, cierra con un pensamiento conmovedor que refleja el cariño por su colegio: “Campoalto siempre será como una familia para mí. Es el lugar donde viví momentos inolvidables, donde hice amistades y aprendí de grandes profesores. Es un lugar que siempre llevaré en mi corazón”.